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El Plan Nacional de Desarrollo y la educación, entre la semántica y el abandono.

En 2021 el Gobierno Nacional se comprometió a que, en el mes siguiente a la firma del acuerdo, se reactivará la Comisión de Alto Nivel para la revisión del Sistema General de Participaciones para que en un plazo máximo de cinco (5) meses después de su reactivación, consensuar un proyecto de acto legislativo que incremente real y progresivamente los recursos del Sistema General de Participaciones. Pero este año se cambió el consensuar por propender. Y no es lo mismo llegar a un acuerdo que tender hacia algo. Se dirá que no pasa nada, pero si no se llega con la fuerza de la movilización y la claridad de lo que se busca es difícil lograrlo.

Poco se ha hablado sobre la incidencia del PND en la educación, no obstante que el impacto del plan es inmenso. En primer lugar, se establece como fin del plan la igualdad, lo que no deja de ser paradójico cuando el presupuesto público es cada día menor y, por lo tanto, la distancia con el sector privado es mayor, hay más desigualdades, más dinero para pagar el servicio de la deuda con el capital financiero y menos para la educación pública. Además, se fundamenta la financiación en "un esfuerzo conjunto con las entidades territoriales, se priorizarán recursos desde distintas fuentes de financiación, como el Sistema General de Regalías", como quien dice cada día más se le endilgan las responsabilidades a departamentos y municipios.

Se modifica la jornada escolar y el currículo de manera arbitraria, violentando la autonomía de las instituciones y las libertades de cátedra, de aprendizaje, de enseñanza y de investigación, lo que es en extremo grave.

El secular abandono estatal se ve reflejado en la falta de financiación, el Sistema General de Participaciones acumula un déficit de más de 200 billones que se echan de ver en la destrucción de la infraestructura, la falta de dotación y el bienestar estudiantil.

Se pone en marcha el voluntariado con 40.000 estudiantes de las normales y de las facultades de educación para imponer el PTA. Nótese que el Plan Nacional de Desarrollo rezuma PTA por todos los poros, acabando con la autonomía escolar y las libertades y que vende al por mayor el cuento de lo participativo. Supone el PND que en el modelo de aprendizaje haya diálogo, buscando esconder detrás de una palabra una determinada concepción educativa, el constructivismo, que sea impuesta a como dé lugar.