Educación y pedagogía: El deber de resistir.

Liderar un diálogo nacional con todos los sectores de la sociedad, vía construcción de una nueva política educativa pública, es más urgente y necesario. De allí que todos los sectores sociales y sindicales deben colocarse en modo transición en cuanto al fortalecimiento de sus estructuras organizativas y capacidad propositiva, con el objetivo de darle sentido y horizonte a los cambios y transformaciones que requiere la educación y el país.

Es por ello que en esta ocasión me permito visibilizar un resumen de la carta abierta a la Ministra de Educación, cuyos autores somos educadoras y educadores de todas las educaciones, formal, no formal e informal, en un espacio de diálogo y de convergencia de movimientos educativos, pedagógicos, sociales, redes y organizaciones de la sociedad civil, que buscan profundizar la reflexión sobre la posibilidad de otra educación, formulando propuestas e intercambiando experiencias, en el marco de este gobierno alternativo y progresista.

Carta abierta a la Ministra de Educación.

Diferentes movimientos educativos, pedagógicos, sociales, redes y organizaciones de la sociedad civil, interesados en profundizar la reflexión sobre la posibilidad de otra educación, suscribieron una carta abierta a la Ministra de Educación en la que se le invita a trabajar de manera colectiva para concitar una convocatoria nacional que permita la construcción de un proyecto de transformación educativa y pedagógica en el país, de cara a la ausencia de un planteamiento integral, articulado y potente en materia educativa en la actual ola de reformas lideradas por el Gobierno Nacional.

La comunicación señala, entre otras cosas, la necesidad de superar las perspectivas y modelos tecnologistas, instruccionistas y tecnocráticos hegemónicos en la educación preescolar, básica y media; la crisis que atraviesa la educación superior derivada de la desfinanciación de las instituciones públicas y de las lógicas de medición y estandarización que han menguado la autonomía de las instituciones; la imprecisión en los datos sobre analfabetismo absoluto y funcional, así como la rigidez en la práctica de modelos flexibles avalados por el MEN para la educación de jóvenes y adultos; y los problemas relacionados con el inconcluso sistema de formación de docentes en el país. En suma, también señala los profundos cambios que han traído las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en las formas como las personas aprenden y se comunican, y la incidencia que el uso de estas y los algoritmos de la bigdata, tienen en sus vidas.

Desde esa perspectiva, se propone una movilización social en torno a la educación como asunto de todos, todas y todes, que permita escuchar las voces silenciadas, y que acoja el mandato de la Ley General de Educación (Ley 115/ 94), realizando los foros municipales, reactivando las JUMES, JUDES, JUNE y demás instancias participativas, así como, organizando el desarrollo de un gran Foro Nacional, que recoja las inquietudes, necesidades, anhelos y propuestas de transformación en educación, para la construcción de un sistema integral de educación desde el preescolar hasta la universidad. En ese sentido, se propone que la conversación nacional se plantee alrededor de los siguientes asuntos:

La educación como un acontecimiento humano, crítico, transformativo y contextualizado y no limitado a un asunto de interés económico, de naturaleza instrumental y técnico-administrativo. Reestablecer el saber pedagógico como referente de autonomía institucional.

Reconocimiento de las múltiples iniciativas contextualizadas que se gestan en las escuelas de los diferentes territorios.

La educación propia e intercultural abordada en correspondencia con el sentido afirmativo por el que luchan las comunidades, con los contenidos y la participación que merecen.

La convivencia y cultura escolar para la construcción y formación de una ciudadanía activa y crítica.

Recursos para las universidades públicas que posibiliten garantizar el derecho a la educación superior y el acceso al conocimiento como bien común, a tono con los planes nacionales e internacionales. Trabajar en la reconstrucción del vínculo con la escuela, y de manera especial las facultades de educación y las escuelas normales.

Las maestras y los maestros tienen unos saberes y unas prácticas que deben ser reconocidas en la formulación de políticas para el fortalecimiento de la educación.

La integración de los circuitos y dispositivos digitales y tecnológicos a los procesos de enseñanza y aprendizaje debe ser una prioridad del proyecto educativo, sobre la base de una infraestructura que garantice el derecho a una conectividad suficiente de una perspectiva pedagógica que haga uso inteligente de estos recursos.

La educación rural debe orientarse a potenciar la vida en el campo.

La educación de adultos es la formación integral de sujetos para la plena participación productiva, cultural y social, con criterios de educación permanente, como un sub sistema de educación pública, a tono con principios internacionalmente validados, frente a la visión de alfabetización que propone el plan.

En el marco de las políticas educativas, los programas "Evaluar para avanzar", "Programa todos a aprender. PTA" "Derechos Básicos de Aprendizaje DBA" y los sistemas de aseguramiento de la calidad, entre otros, requieren un análisis y cambio profundo.

Reconocer la participación de las madres, los padres de familia y acudientes, así como de las comunidades; es necesario articular sus saberes y sus propuestas como parte de la agenda educativa en las instituciones.

Integrar a las comunidades en la ejecución y veeduría del Programa de Alimentación Escolar (PAE).

FECODE es la expresión del magisterio que busca materializar el derecho a la educación. Hoy en su orden de prioridades está consensuar una propuesta de reforma al Sistema General de Participaciones, que garantice el cumplimiento integral del derecho a la salud, educación, agua potable y saneamiento básico.

La carta completa puede leerse y firmarse en esta página